La leucemia felina es una enfermedad viral que ocasiona y debilita significativamente el sistema inmunológico de los gatos, haciéndolos propensos a problemas de salud como anemias, el fallo de diferentes órganos vitales e incluso la formación de tumores. Los signos de esta enfermedad son poco específicos pudiendo presentar: Recuperación lenta de enfermedades comunes como resfríos, pérdida de apetito, adelgazamiento y pelaje desmejorado.
Esta enfermedad viral es considerada por muchos especialistas como una de las enfermedades más frecuentes en nuestras mascotas felinas, sobre todo para los gatos que son muy amistosos, pero ¿por qué? Ya que para su contagio el virus requiere de un contacto prolongado y persistente a través de ingestión o inhalación, principalmente, de la saliva de un gato infectado.
Prevención
La vacunación es sumamente recomendable para evitar posibles contagios y problemas con el virus. Previo a la vacunación es necesario realizar exámenes de sangre para descartar la presencia del virus. Una vez que se compruebe que el gato da negativo al virus, se comienza el proceso de vacunación. El calendario de vacunación comienza cuando son gatitos alrededor de los 3 meses de edad, luego el Médico Veterinario debe indicar la fecha de revacunación para generar la inmunidad necesaria. Adicionalmente se recomienda realizar la esterilización o castración para evitar que el gato callejee y esté en contactos con otros gatos que pudiesen estar infectados, además de mantener un ambiente higiénico para el gato limpiando sus tiestos de comida y retirando periódicamente sus desechos en las cajas sanitarias.
Tratamiento
La manera de tratar la leucemia felina depende principalmente de cómo se manifieste en el gato ya que, una vez que contrae el virus, no se puede sanar y sólo se puede optar a mejorar la calidad de vida de nuestra mascota. Debido a que hay diferentes formas de manifestación, es necesario que consultes el tratamiento adecuado con un especialista.
Las visitas al Veterinario son sumamente necesarias para que tu gato se mantenga libre de virus. Si tienes alguna sospecha, acude a un especialista para que le realice un examen de sanguíneo y luego seguir el tratamiento que te indiquen.